Ahora bien,
hablando del caso de América Latina y el Caribe según López (2014) en las últimas
décadas ha emergido una creciente preocupación por los niveles de violencia
observados en las escuelas. Por esta razón en varios países, se ha promovido el
establecimiento de políticas educativas encaminadas a diagnosticar los niveles
de violencia escolar. Hablando de los casos particulares de Chile, Perú, México
y El Salvador se han destacado por su interés de medir la calidad de la
convivencia escolar a gran escala en sus respectivas instituciones aunque en la mayoría de los países que han invertido recursos y
esfuerzos en esta evaluación, dicho esfuerzo tiende a quedarse hasta este punto.
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